domingo, 15 de marzo de 2015

Relación entre el Renacimiento e Ilustración:

El Renacimiento es una etapa que guarda una estrecha relación con el período de la Ilustración. Ambas épocas comparten los siguientes aspectos:
En primer lugar, Voltaire (pensador ilustrado) defendía la libertad de pensamiento, justicia y tolerancia. Por este motivo, pretendía suprimir los prejuicios de la mente humana, al igual que intentó Bacon durante el Renacimiento con los ídolos (prejuicios), para el fomentar así el razonamiento autónomo.

Por otro lado, uno de los hechos determinantes del período renacentista fue la invención de la imprenta (1436-1450) que permitió la elaboración de diversas copias de un mismo documento, por lo que el saber y el conocimiento ya no se reservaban únicamente a un grupo privilegiado de la población. No obstante, la verdadera revolución llegaría con la aparición de la enciclopedia moderna. Este hecho supuso un auténtico avance en los diferentes campos de la educación y la ciencia, pues se trataba de un libro de carácter laico que recogía la información y conocimientos hasta el momento. Además, la imprenta facilitó su difusión, pues ahora el saber estaba al alcance de todos.
En relación con el comercio, este está directamente relacionado con la expansión europea, ya que durante el Renacimiento, y con motivo del contacto con otras civilizaciones, se produjo la “reapertura del Mediterráneo” y el nacimiento de las rutas comerciales. Además, ciudades como Padua o Venecia alcanzarían la cumbre del desarrollo en todos sus ámbitos, incluido el comercial. La evolución de esta actividad mercantil daría lugar a la consolidación de la burguesía como clase social dominante. De esta manera, en el período de la Ilustración, la nueva clase social en cuestión lucharía por adquirir más poder y contra el régimen estamental, poniendo fin al Antiguo Régimen.

Cabe destacar otro suceso fundamental cuyas consecuencias repercutirán en etapas posteriores como la de la Ilustración. Este es la denominada “crisis de autoridad”, propiciada por la crisis religiosa y la falta de liderazgo en la Iglesia. Esta crisis hizo posible la independencia a la hora de abordar los diferentes temas, por ejemplo metafísicos, antes controlados por la Iglesia. Así que desde el presente momento ya comienza la fractura con la Iglesia en todos los ámbitos, lo que permitirá posteriormente la total distinción entre religión y política, sociedad, filosofía...
Atendiendo a la división comentada en el párrafo anterior, podemos afirmar que ese fue el desencadenante que favoreció al nacimiento del Humanismo, es decir, durante el 

Renacimiento se produce el paso del teocentrismo (Dios es el centro del universo) al antropocentrismo (el hombre es el centro del universo). Esta corriente filosófica se considera trascendental, pues desembocó en un notable progreso de la sociedad en todos los aspectos, y permitió a los ilustrados asentar sus bases del conocimiento: la razón humana como clave para conseguir la felicidad de los individuos.
En definitiva, el Renacimiento permitió asentar los precedentes en los que posteriormente se basarían y desarrollarían sus ideas los ilustrados.