Contexto histórico-cultural
La
crisis del siglo XVII fue, en primer lugar política. La Guerra de
los Treinta años : era una
contienda de raíz religiosa, católicos frente a los reformados. Este conflicto,
en el que Descartes participó, trajo una profunda crisis económica y
demográfica. El carácter ilusorio de la vida y la amenaza de la muerte serán
ideas recogidas por el Barroco.
La
crisis también fue religiosa, pero, no obstante, esta unidad estaba siendo
amenazada por un proceso ya iniciado con el
nominalismo, y que continuó con el humanismo y la Revolución científica.
El nominalismo de Ockham supone
el primer paso en este proceso que lleva a la autonomía de la razón respecto a
la fe. Defendió una absoluta separación entre ambas. Negó la existencia de
verdades divinas cognoscibles mediante la razón y la fe porque la razón no
puede llegar al conocimiento de Dios.
Ockham crea un principio
llamado “Navaja de Ockham” Se
trata de un principio de simplicidad según el cual es preferible siempre optar
por la explicación más sencilla, ya que ésta se halla en condiciones de ser la
más cierta.
La
afirmación de la dignidad del hombre durante el humanismo y el Renacimiento provocó
la crisis del teocentrismo medieval para
dar lugar a un enfoque antropocéntrico.
La
física y la astronomía habían estado dominadas por Aristóteles y Ptolomeo. Copérnico, Kepler y Galileo gestaron una revolución científica que
provocó la caída del modelo geocéntrico y la consolidación del heliocentrismo.
El desarrollo científico fueron posibles gracias a las matemáticas.
Contexto
filosófico:
Esta
crisis provoca un giro en el pensamiento de Descartes que interpreta un papel llamado
“Giro epistemológico” de la filosofía moderna. El centro de reflexión
ahora es las cuestiones previas.
Una
segunda línea de pensamiento, también provocada por la crisis fue el escepticismo, que sostuvo la imposibilidad de encontrar nuevos
referentes sólidos para alcanzar la verdad.
Con lo matemático como
modelo y frente al escepticismo, Descartes afronta un proyecto metodológico que
le permita superar la crisis, acompañando así a otros autores con la misma
intención.
El método de Francis Bacon pretende
conseguir una inducción para establecer una afirmación
universal.
También estaba El método resolutivo-compositivo de Galileo que permite
expresar los fenómenos en lenguaje matemático. Galileo defiende que la
naturaleza está escrita en lenguaje matemático, por lo que su conocimiento solo
será posible descifrando sus relaciones y expresándolas en fórmulas.